CONTROL Y VISITAS

En cada revisión prenatal, la pesarán y le tomarán la tensión arterial. También es posible que le midan el tamaño y la forma del útero, empezando en la semana 22 de embarazo, para saber si el feto está creciendo y se está desarrollando con normalidad. 

Tan pronto como creas que estás embarazada, programa la primera cita prenatal. Dispón del tiempo en la primera visita para repasar tu historial médico y hablar sobre cualquier factor de riesgo de problemas durante el embarazo. 

  • Tu ciclo menstrual, tus antecedentes ginecológicos y cualquier embarazo anterior 
  • Tus antecedentes médicos personales y familiares 
  • Exposición a sustancias potencialmente tóxicas 
  • Uso de medicamentos, incluyendo medicamentos recetados y de venta libre o suplementos 
  • Tu estilo de vida, incluyendo el consumo de tabaco, alcohol y cafeína 
  • Viajes a áreas donde la malaria, la tuberculosis, el virus del Zika u otras enfermedades infecciosas son comunes 

Comparta también información sobre temas delicados, como violencia doméstica, abortos o uso de drogas en el pasado. Esto ayudará a que tu proveedor de atención de la salud te cuide mejor a ti y a tu bebé. 

Tu fecha de parto no es una predicción de cuándo darás a luz. Es simplemente la fecha en que tu embarazo llegará a las 40 semanas. Pocas mujeres dan a luz en las fechas previstas. Aun así, es importante establecer la fecha de parto (o fecha estimada de parto). Le permite a tu proveedor de atención médica controlar el crecimiento de tu bebé y el progreso de tu embarazo, así como programar pruebas o procedimientos en los momentos más apropiados. 

Para calcular la fecha de parto, el proveedor de atención de la salud utilizará la fecha en que comenzó tu último período, agregará siete días y contará tres meses hacia atrás. La fecha de parto será aproximadamente 40 semanas después del primer día de tu último período. El médico puede utilizar una ecografía fetal para ayudar a confirmar la fecha.

Por lo general, el proveedor de atención de la salud revisa tu presión arterial, controla tu peso y estatura, y calcula tu índice de masa corporal para determinar el aumento de peso recomendado que necesitas para un embarazo saludable. 

El médico puede realizarte un examen físico, incluyendo un examen de las mamas, un examen pélvico y pruebas de detección del corazón, los pulmones y la tiroides. Es posible que también necesites una prueba de Papanicolaou para detectar cáncer de cuello uterino, dependiendo de cuánto tiempo haya pasado desde tu última prueba de detección.

En tu primera visita prenatal, es posible que te hagan análisis de sangre para lo siguiente: 

Esto incluye el factor Rh. El factor Rhesus (Rh) es un rasgo hereditario que se refiere a una proteína específica que se encuentra en la superficie de los glóbulos rojos. Tu embarazo podría necesitar cuidados especiales si eres Rh negativa y el padre del bebé es Rh positivo.

 La hemoglobina es una proteína rica en hierro que se encuentra en los glóbulos rojos y que permite que las células transporten oxígeno de los pulmones a otras partes del cuerpo y que lleven el dióxido de carbono de otras partes del cuerpo a los pulmones para que se pueda exhalar. Un nivel bajo de hemoglobina o de glóbulos rojos son signos de anemia. La anemia puede hacer que te sientas muy cansada y puede afectar tu embarazo. 

Por lo general, esto incluye la rubéola y la varicela, a menos que haya una prueba de vacunación o inmunidad natural documentada en tu historia clínica.

El médico te sugerirá análisis de sangre para detectar infecciones como la hepatitis B, la sífilis, la gonorrea, la clamidia y el VIH, el virus que causa el SIDA. También se puede analizar una muestra de orina para detectar signos de una infección de la vejiga o del tracto urinario. 

Las pruebas prenatales pueden proporcionar información valiosa sobre la salud de tu bebé. El médico generalmente ofrece una variedad de pruebas de detección genética prenatales, que pueden incluir ecografías o análisis de sangre para detectar ciertas anomalías genéticas fetales, como el síndrome de Down. 

Tu ginecólogo hablar contigo sobre la importancia de la nutrición y las vitaminas prenatales. Pregúntale sobre el ejercicio, el sexo, el cuidado dental, las vacunas y los viajes durante el embarazo, así como otros temas relacionados con el estilo de vida. También puedes hablar sobre tu entorno de trabajo y el uso de medicamentos durante el embarazo. Si fumas, pídele a tu proveedor de atención médica que te dé sugerencias para ayudarte a dejar de fumar. 

Es posible que notes cambios en tu cuerpo al principio del embarazo. Tus senos podrían estar sensibles e hinchados. Las náuseas con o sin vómitos (náuseas del embarazo) también son comunes. Consulta al proveedor de atención médica si las náuseas del embarazo son graves. 

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